
La ida de la final de la Copa Sudamericana se saldó con una victoria por la mínima (2-1) de los bonaerenses ante un Clube de Regatas do Flamengo muy irregular en su juego durante los 90 minutos.
Ariel Holan, que pudo alinear a su once de gala, dispuso a Independiente en un 4-1-4-1 que en ataque se convertía en un 4-3-3. La particularidad del esquema fue que los extremos Benítez (derecha) y Barco (izquierda) empezaban las jugada abiertos pero conforme el equipo ganaba metros, ellos se iban cerrando hasta posiciones de mediapunta (sobre todo Benítez) dejando las banda izquierda para Tagliafico y la derecha para Maxi Mesa, que sabía que cuando Benítez venía por dentro, él iba por fuera para mantener a Trauco abierto.
Reinaldo Rueda por su parte dispuso un 4-2-3-1 con juventud en ataque y con bastantes jugadores de la casa (5). No podemos olvidar que los paulistas contaban con dos bajas importantes como el peruano Paolo Guerrero (suspendido por posible dopaje, que días más tardes se ratificó y convirtió en suspensión de un año) y el cancerbero Diego Alves (que se fracturó la clavícula en semifinales ante Junior)
Flamengo salió con la idea de mantener la posesión. Por su parte, Independiente permitía a los centrales cariocas sacar el balón y empezaban a presionar cuando recibía el doble pivote. Pero este plan inicial de ambos equipos duró hasta que los visitantes lograron el 0-1 con un buen remate de cabeza del capitán Réver tras un saque de falta de Trauco desde el perfil izquierdo del ataque. El central ganó la posición a Alan Franco y a Tagliafico y colocó su cabezazo en la escuadra más lejana del meta uruguayo.
La sociedad de los talentosos Diego Ribas y Everton Ribeiro fue la clave de los mejores minutos del Fla.
Tras el gol los papeles se fueron invirtiendo paulatínamente. Los locales elevaron su línea de presión y empezaron a crecer liderados por el talento individual y la capacidad de desequilibrio de Martín Benítez. El de Posadas logró virar el partido hacia el conjunto local. Flamengo por su parte replegaba con los 11 en campo propio intentando cerrar espacios interiores. El inconveniente es que en ataque no encontraban a Diego Ribas, por lo que sus ataques duraban 2-3 pases a lo sumo.
En una contra perfectamente ejecutada logró "El Rojo" la merecida igualada. Tras robar el balón Tagliafico en su sector, en pocos toques generaron un 4 vs 4 en el que Maxi Meza encontró entre líneas a el jugador del momento, Martín Benítez, que asistió al puma Gigliotti para que con la diestra y abajo batiera a César.
Tras la reanudación, los argentinos dieron la vuelta al marcador gracias a una preciosa jugada combinativa. Ezequiel Barco profundizó por la izquierda y sirvió un certero centro a la corona del ára, donde Maxi Meza libre de marca enganchó una magistral volea con la derecha ante la que nada pudo hacer César.
Este gol sí alteró el escenario. Los de Buenos Aires volvieron al plan inicial del repliegue en campo propio y esta menor presión la aprovechó el Mengão, que liderado por su doble pivote logró instalarse en campo rival. La salida al campo de Vinicius Jr revolucionó los últimos 15 minutos del encuentro.
La posesión en el global del partido perteneció a Club Atlético Independiente.
El dominio, también. Solo cambió de lado en los 10 minutos iniciales y finales, donde Flamengo consiguió mandar en el encuentro.
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Fuente: Gettyimages || Marcelo Endelli / Fotógrafo autónomo