
El conjunto brasileño dirigido por Zé Ricardo venía de ganar la final de la Taca Guanabara ante su máximo rival (Fluminense) y en el debut en la Libertadores logró imponerse tanto futbolística como físicamente a un San Lorenzo que no jugaba un partido oficial desde finales de Diciembre, al contrario que su rival, que lleva compitiendo desde finales de Enero.