
El conjunto de Voro salió ordenado en un 4-2-3-1 con bastantes bajas sobre todo de mediocampo hacía adelante. En el doble pivote se situaron Carlos Soler y Mario Suárez, con Álvaro Medrán más adelantado. Joao Cancelo ocupó la banda derecha y Santi Mina la izquierda. Debutó Simone Zaza como titular en punta de ataque.
Por su parte, Jose Luís Mendilíbar dispuso un 4-2-3-1 con la novedad de Anaitz Arbilla en el lateral zurdo. El doble pivote fue para Gonzalo Escalante y Dani García con Adrián González jugando muy cerquita de Sergi Enrich. Debido a la fortaleza ché en banda diestra, Mendilíbar reforzó el extremo zurdo con Rubén Peña (más trabajador que Inui y Bebé).
El Valencia no comenzó cómodo debido a la presión alta ejercida por el equipo armero sobre los cuatro defensas y los dos mediocentros que obligaba a los locales a abusar del balón directo hacia la cabeza de un revolucionado Simone Zaza. No entraban en juego ninguno de los centrocampistas y el equipo local no lograba generar juego, y por bandas tampoco profundizaban porque Cancelo y Mina no solo no recibían el balón en posiciones ventajosas si no que la mayoría de sus acciones eran de carácter defensivo.
El equipo visitante se mostró paciente en su juego y supo aprovechar sus ocasiones.
El Eibar por su parte comenzó mandando con la posesión pero les costaba asentarse en campo rival, en parte condicionado por las bajas de dos continuadores de posesión como Inui y Fran Rico, y también por las dificultades a las que le sometió la disposición defensiva ché, que se ordenaba en un bloque bajo que comenzaba a presionar cuando el rival traspasaba la línea divisoria. Ante este escenario, el conjunto vasco buscó penetrar por bandas con Capa y Arbilla muy profundos por los costados.
Voro planteó un partido en el que no quería correr ningún riesgo. En transición defensiva no presionaban al Eibar si no que replegaban los once en campo propio. En ataque Diego Alves iniciaba en largo, los laterales no se desplegaban y el doble pivote tenía poco vuelo. Ganar solidez defensiva y no encajar era la meta del técnico ché.
El punto de inflexión llegó a balón parado. De esta manera llegó el 0-1 obra de Sergi Enrich y la acción que desencadenó el 0-2 y la expulsión de Carlos Soler. Una losa difícil de levantar en la segunda mitad para un Valencia algo apático que recibió el 0-3 con una volea genial de Dani García y el 0-4 de Sergi Enrich tras un buen desmarque a la espalda de una zaga despistada que no desmerece el mejor pase de Fran Rico.
Como muestra su mapa de calor, Dani García influyó en distintas zonas del campo, tanto en ataque rondando el 90% de pases acertados como en defensa recuperando 10 balones-
La posesión fue bastante equilibrada aunque acabó cayendo para el Eibar.
El dominio sí que tuvo un protagonista claro, y fue el conjunto vasco.
Los mejores del encuentro:
Juan Manuel Serrano Arce / Colaborador