
Deportivamente ambos equipos llegaban con dinámicas opuestas. En los últimos partidos, el Genoa C.F.C. solo había sumado 5 puntos de los 15, mientras que la U.C. Sampdoria, había sacado 13 puntos. Entre ambos había 9 puntos de diferencia favorables a los Blucerchiati y en la ida ganaron 2-1, ambas circunstancias le otorgaban el favoritismo frente al Grifone.
Andrea Mandorlini dispuso un 3-5-2 con Eugenio Lamanna en portería por la baja de Mattia Perín. La línea de tres de derecha a izquierda la formaron Ezequiel Muñoz, Nico Burdisso y Armando Izzo. En los carriles, Darko Lazovic y Diego Laxalt. El pivote lo ocupó Isaac Cofie, con Oscar Hiljemark y Jules Ntcham por delante. Y arriba, Mauricio Pinilla como referencia y Giovanni Simeone con movilidad.
Marco Giampaolo ordenó al equipo en un 4-3-1-2 con Emiliano Viviano en portería. La línea de cuatro defensas de derecha a izquierda la formaron Vasco Regini, Milan Skriniar, Matias Silvestre y Jacopo Sala. Por delante línea de tres con Lucas Torreira en el pivote y Édgar Barreto - Karol Linetty en los interiores. Enganchando Bruno Fernandes y por delante, Luis Muriel con libertad y Fabio Quagliarella fijando centrales.
La Sampdoria buscó el dominio con la posesión pero le costaba dar fluidez al juego en las inmediaciones del área, principalmente porque ninguno de los tres centrocampistas conseguían imponerse a su marca casi al hombre. Como consecuencia, Bruno Fernandes estuvo muy desabastecido en zonas cercanas al área. Tampoco ayudaban las pocas incorporaciones de los laterales formando una Sampdoria muy estrecha y fácil de defender.
Poca claridad de ambos equipos en zonas atacantes derivó en pocas ocasiones en la primera mitad.
El que sí supo entender el encuentro y aparecía libre de marca en tres cuartos era Luis Muriel. El cafetero recibía tanto por dentro como por fuera, conducía con el balón pegado al pie haciendo la diagonal y amenazando con la salida por ambos perfiles, tiraba paredes y por supuesto, tuvo sus ocasiones. Tal exhibición tuvo premio y acabó encontrado el gol en una jugada en la que presiona a Izzo, le roba la pelota y en el mano a mano la cruza ante la salida del meta italiano. También anotó en el encuentro de ida.
El Genoa planteó un partido de repliegue en campo propio buscando penalizar los errores en la distribución de la Samp, que en la primera mitad fueron más de los permitidos, y saliendo rápido a la contra con Ntcham surtiendo de balones a ambos carrileros, que con más facilidad de la esperada encontraban espacios por bandas, sobre todo Lazovic vencedor en su duelo con Regini. Esta superioridad en bandas, obligaba a que los interiores rivales se abrieran para apoyar a los laterales generando una inferioridad por dentro ante la que los jugadores del Grifone no supieron sacar provecho. Pocas intervenciones de Gio Simeone en las cercanía del área, que es donde se está mostrando más peligroso el joven atacante argentino.
En la segunda mitad la Sampdoria dio un paso adelante. La actitud más ofensiva de ambos laterales ayudó a ensanchar el campo (lo venían necesitando) provocando mayor atención hacia ellos por parte de los interiores locales. Empezaban a aparecer los espacios por dentro y con ellos mejoró el nivel de Barreto y Linetty. Pero el que tuvo mayor crecimiento fue Lucas Torreira. En defensa, el volante charrúa no tenía órdenes de mantener la posición de pivote, si no de morder cuando el rival salía desde atrás. En ataque no se limitaba a recibir de los centrales y darla a los interiores, si no que además no tenía problemas en conducir dividiendo el sistema rival generando desajustes en el ordenado sistema defensivo rival.
La mejora de la Sampdoria en la segunda parte se tradujo en un empeoramiento del Genoa.
El Genoa en la primera parte ejecutó con bastante acierto la idea que tenía, pero en la segunda no supo descifrar la posición de los tres centrocampistas de la Sampdoria. Tras el gol visitante acusaron el golpe y solo en los últimos minutos empujaron buscando la igualada, pero sin una idea definida no fueron capaces de inquietar la meta de Emiliano Viviano.
Buenos minutos de Patrik Schick. El espigado atacante más allá de ser una referencia en el área caía a banda izquierda donde buscaba internarse en el área con el balón controlado retando al 1vs1 a Izzo, que se veía impotente a la hora de defender al habilidoso jugador checo. En tres ocasiones le encaró, y en todas le superó. Dos de ellas fueron en las inmediaciones del área, donde le tiró una bicicleta para superarle, pero sus disparos no encontraron premio.
La posesión perteneció a la Sampdoria en el global del encuentro.
El dominio fue por fases, durante los primeros 20-25 minutos perteneció a los locales. En la segunda mitad, a los visitantes.
Los mejores del encuentro:
Chris Brunskill Ltd / Colaborador