
Rubí dispuso al equipo en un 4-1-4-1 con Mikel Vesga en el pivote más Sergio Álvarez y Moi Gómez en los interiores derecho e izquierdo respectivamente. En la banda derecha se situó Carlos Carmona por delante de Douglas Pereira y Burgui por delante de Roberto Canella.
Pepe Mel planteó un 4-2-3-1 con Alejandro Arribas en el eje de la zaga junto a Sidnei. El doble pivote lo ocuparon Pedro Mosquera y Celso Borges. Por detrás de Florin Andone, la línea de mediapuntas fue para Faycal Fajr - Emre Çolak - Luisinho.
En elaboración ambos equipos priorizaron no cometer riesgos.
El Sporting de Gijón comenzó mandando con la posesión pero con el paso de los minutos fueron perdieron protagonismo, quizás por la bajada física de los interiores locales que ejercieron una presión muy intensa sobre el doble pivote rival. Pese que los locales buscaban asentarse con el balón en campo deportivista, la principal vía de peligro la encontraban por la izquierda con un Burgui que supo leer bien el partido encontrando siempre el lugar para recibir libre de marca. El pacense está en un gran momento de forma y a día de hoy es el principal argumento ofensivo del conjunto asturiano.
Defensivamente la idea era ejercer una presión intensa sobre el Dépor para que no consiguieran salir con claridad. Para lograrlo no solo presionaban con 7 efectivos en campo rival cuando iniciaban jugada si no que esta presión se mantenía hasta que el balón pasaba el mediocampo. De hecho, en bastantes ocasiones planteaban hasta marcas individuales sobre los centrocampistas deportivistas para dificultar la salida por dentro. Una vez que la presión era superada, el equipo replegaba con los once jugadores en campo propio.
El Deportivo de la Coruña también buscaba mandar con el control de la posesión pero la dupla Mosquera - Borges no conseguían imponerse en campo rival derivando en un ritmo bastante bajo de elaboración o en bastantes envíos directos a las bandas. Con el paso de los minutos, lograron retener más posesión pero casi siempre en campo propio o muy cerca de la divisoria.
Ante tales dificultades elaborativas, Pepe Mel opta por pasar a un 4-4-1-1 permutando a Emre Çolak y Faycal Fajr. Quedando mayormente el turco como teórico extremo diestro pero que en la práctica venía bastante por dentro dejando todo el carril libre a un Juanfran que no necesitaba ayuda para profundizar y servir centros.
Un aspecto a destacar es que la línea defensiva se dibujó bastante alejada del área, provocando que Lacina Traoré recibiera muy lejos del área y cayera en 3 fueras de juego.
Cuando el conjunto asturiano pasaba del mediocampo con el balón controlado, los visitantes además de priorizar el cierre del carril central, replegaban con dos líneas juntas pero con la directriz clara de que la línea defensiva no se metiera dentro del área, pues en ese caso podrían sufrir con un jugador de la estatura del costamarfileño.
El conjunto gallego defendió buscando minimizar el impacto de Lacina Traoré, y lo consiguió.
Tras el gol logrado por Pedro Mosquera al rematar libre de marca en el segundo palo (muy blando Sergio Álvarez en la marca), el partido cambió radicalmente.
Los locales lógicamente buscaron con ahínco el gol del empate. Para ello abrieron bastante el campo con ambos laterales en posiciones de extremos (más Douglas que Canella) quedando Vesga como hombre escoba a la espalda de ambos. La defensa además se adelantó hasta la línea divisoria.
No obstante, a pesar de volcarse sobre la portería rival, generaron pocas ocasiones claras de gol.
Los visitantes por su parte cedieron la posesión y replegaron con bastante eficacia defensiva pues aunque permitían que el Sporting se plantara en su campo, no daban espacios en el último tercio del campo. A destacar también lo solvente que se mostraron en la defensa de los múltiples centros laterales.
Pedro Mosquera no fue solo el gol si no que como muestra mapa de acciones, el deportivista estuvo muy acertado en defensa sumando 7 entradas (con el 100% de acierto), 4 balones robados y 7 despejes exitosos. En la faceta ofensiva, sumó un 83% de acierto en el pase (52/63) y tocó 90 balones.
La posesión estuvo equilibrada en el global del encuentro. En la primera mitad perteneció claramente a los gallegos, y en la segunda a los asturianos.
El dominio quizás fue algo más visitante, aunque tampoco de manera destacada.
Los mejores del encuentro:
NurPhoto / Colaborador