El barrio de Boedo acogía la ida de la segunda semifinal de la Copa Sudamericana 2016, eran conscientes de que su equipo necesitaba el apoyo de la hinchada de cara a llegar con un resultado favorable a la vuelta en el Arena Condá, donde Chapecoense no pierde desde Abril. La afición argentina respondió y no solo llenó el campo si no que mostró un nivel de animación espectacular.
A modo de recordatorio, comentar que en la primera semifinal Cerro Porteño y Atlético Nacional firmaron tablas en el Estadio General Pablo Rojas.
San Lorenzo se presentó con un 4-1-2-3 en el que Sebastián Blanco contaba con mucha libertad para moverse tanto por fuera como por dentro. Este movimiento era completado con un profundo Emanuel Mas que siempre rellenaba el carril zurdo.
Ante la baja de Fernando Belluschi por sanción, Diego Aguirre optó por poner de interior diestro a Mathias Corujo y a Marco Angeleri en el lateral diestro, de esta manera buscaba reforzar el sector fuerte del ataque brasileño.
Chapecoense saltó al campo con un 4-3-3 que se convertía en un 4-1-4-1 en repliegue defensivo con Matheus Biteco ejerciendo de pivote. La baza táctica propuesta por Caio Júnior fue juntar en banda derecha al profundo Dener y al veloz Ananias para castigar la banda más ofensiva de San Lorenzo.
San Lorenzo dominó la posesión en el global de los 90 minutos pero no podemos decir que dominara el encuentro, pues los primeros 15 minutos de cada parte fueron para el cuadro brasileño.
El partido comenzó con un Chapecoense bastante atrevido consiguiendo profundizar por bandas debido al poco retorno de los extremos locales. Dener se mostraba incansable en sus subidas y Ananias con su velocidad lograba encontrar la espalda de Emmanuel Mas.
San Lorenzo logró sacudirse este dominio basándose en la posesión. Juntó en el carril izquierdo a Ortigoza, Blanco y Mas y empezó a crecer desde ese triángulo de juego.
A balón parado logró sacar réditos "El Ciclón" gracias a una falta centrada por Cauteruccio cuya rosca hizo dudar a Danilo y no reaccionó hasta que vio la pelota dentro de la red.
Tras el descanso, ambos entrenadores modificaron el esquema inicial de sus equipos. Diego Aguirre buscó amarrar y Luiz Carlos Saroli, arriesgar.
Con el comienzo del segundo tiempo, Diego Aguirre sabía que tenía que cerrar las bandas para que no se repitiera el guión de los primeros 15-20 minutos de encuentro. Optó por pasar al 4-2-3-1 con Sebas Blanco en la mediapunta y colocando a Mathias Corujo en la derecha formando un doble lateral en la zona.
Luiz Carlos Saroli también movió fichas, era consciente de que tenía que arriesgar aunque San Lorenzo le contragolpeara. Buscó potenciar el juego por bandas pasando al 3-5-2 introduciendo como tercer central al pivote Josimar, situando a Gil como carrilero diestro, a Dener como carrilero zurdo y a Ananias con libertad para moverse tras el punta.
El plan no pudo salirle mejor y en una buena internada de Dener el centro atrás lo remachó Ananias a gol. En ese momento el técnico italiano pasó al 4-2-3-1 para reforzar a su equipo en el mediocampo y cerrar las contras que estaba haciendo el conjunto argentino.
Diego Aguirre quería más y con la introducción de Ezequiel Cerrutti por el central Matias Caruzzo pasó a Marcos Angeleri al eje de la zaga y retrasó a Mathias Corujo al lateral diestro. Era un movimiento para ir a por todas pero no aportó los rédito que esperaba el entrenador urugayo.
El empate a uno deja la eliminatoria bastante abierta de cara a la vuelta en el Arena Condá. Quizás el conjunto brasileño parta con ventaja tanto por el hecho de haber anotado como visitante como por lo inexpugnable que se muestran en su estadio, pero vista la calidad de los jugadores del conjunto argentino no podemos decir que vaya en inferioridad.
Las estrellas del encuentro son las siguientes:
Estadísticas detalladas:
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Marcos Angeleri celebra el 1-0 |